APARICIÓN DE SRI BALADEVA.
(EXTRACTOS DEL LIBRO "KRISHNA LA SUPREMA PERSONALIDAD DE DIOS",
POR S.D.G. A.C. BHAKTIVEDANTA SWAMI PRABHUPADA).
Cuando Krishna aparece, todas Sus expansiones plenarias también aparecen con Él. Krishna apareció junto con Balaráma (Baladeva), a quien se le conoce como Su hermano mayor. Balaráma es el origen de Sankarshana, la expansión cuádruple. (Introducción)
En el Noveno Canto de El Shrímad-Bhágavatam se describe a Shrí Baladeva como hijo de Rohiní, una esposa de Vasudeva. Vasudeva. el padre de Krishna, tenía dieciséis esposas, y Rohiní, la madre de Balaráma, era una de ellas. Pero a Balaráma también se le describe como el hijo de Devakí ¿Cómo podía Él ser a la vez hijo de Devakí y de Rohiní? Esta es una de las preguntas que Mahárája Parikshit le hizo a Shukadeva Gosvámí, y a su debido tiempo será respondida.
El Señor le declaró también a Yogamáyá que: «Ananta Shesha, Mi expansión plenaria, se encuentra en el vientre de Devakí, y debido a que tú lo transferirás al vientre de Rohiní, habrá de ser conocido como Sankarshana, por haber sido atraído a la fuerza al vientre de ella, y Él será la fuente de todo el poder espiritual, o bala, mediante el cual uno puede alcanzar la más elevada bienaventuranza de la vida, llamada ramana. Así que, después de Su aparición, Mi porción plenaria Ananta será conocida o bien como Sankarshana o bien como Balaráma».
En los Upanishads se afirma: náyam átma bala-hínena labhyah. El significado de esto es que nadie alcanza al Supremo ni ninguna forma de autorrealización sino recibe suficientemente el favor de Balaráma. Bala ni significa fuerza física. Nadie puede alcanzar la perfección espiritual mediante la fuerza física. Es necesario poseer la fuerza espiritual que infunde Balaráma, o Sankarshana. Balaráma o Sankarshana. Ananta o Shesha, es el poder que mantiene a todos los planetas en sus diferentes posiciones. Este poder sustentador se conoce materialmente como ley de gravitación, pero es en realidad la potencia de Sankarshana. Balaráma, o Sankarshana, es el poder espiritual, es decir, el maestro espiritual original. Es por ello que el Señor Nityánanda Prabhu, quien es también la encarnación de Balaráma, es el maestro espiritual original. Y el maestro espiritual es el representante de Balaráma, la Suprema Personalidad de Dios, quien proporciona la fuerza espiritual. En el Shrí Caitanya-charitamrita se confirma que el maestro espiritual es la manifestación de la misericordia de Krishna. (KSP cap2)
Cuando Yogamáyá hubo recibido estas órdenes de la Suprema Personalidad de Dios, dio vueltas alrededor del Señor, y después apareció en este mundo material, conforme a Sus órdenes. Cuando el poder supremo de la poderosa y Suprema Personalidad de Dios atrajo al Señor Shesha del vientre de Devakí al vientre de Rohiní, ambas se encontraban bajo el encanto de Yogamáyá, lo cual se conoce también como yoga-nidrá. Una vez hecho esto, la gente pensó que el séptimo embarazo de Devakí había terminado en aborto. Así, aunque Balaráma apareció como el hijo de Devakí, Él fue transferido al vientre de Rohiní para que apareciera como hijo de ella. Después de que se hizo eso, Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, quien está siempre dispuesto a colocar todas Sus potencias en Sus devotos puros, entró como el Señor de toda la creación en la mente de Vasudeva, con toda la potencia de Su energía inconcebible. A este respecto, se sobrentiende que el Señor Krishna se sitúo primero que todo en el corazón puro de Vasudeva, y luego fue transferido al corazón de Devakí.(KSP cap2)
(EXTRACTOS DEL LIBRO "KRISHNA LA SUPREMA PERSONALIDAD DE DIOS",
POR S.D.G. A.C. BHAKTIVEDANTA SWAMI PRABHUPADA).
Cuando Krishna aparece, todas Sus expansiones plenarias también aparecen con Él. Krishna apareció junto con Balaráma (Baladeva), a quien se le conoce como Su hermano mayor. Balaráma es el origen de Sankarshana, la expansión cuádruple. (Introducción)
En el Noveno Canto de El Shrímad-Bhágavatam se describe a Shrí Baladeva como hijo de Rohiní, una esposa de Vasudeva. Vasudeva. el padre de Krishna, tenía dieciséis esposas, y Rohiní, la madre de Balaráma, era una de ellas. Pero a Balaráma también se le describe como el hijo de Devakí ¿Cómo podía Él ser a la vez hijo de Devakí y de Rohiní? Esta es una de las preguntas que Mahárája Parikshit le hizo a Shukadeva Gosvámí, y a su debido tiempo será respondida.
El Señor le declaró también a Yogamáyá que: «Ananta Shesha, Mi expansión plenaria, se encuentra en el vientre de Devakí, y debido a que tú lo transferirás al vientre de Rohiní, habrá de ser conocido como Sankarshana, por haber sido atraído a la fuerza al vientre de ella, y Él será la fuente de todo el poder espiritual, o bala, mediante el cual uno puede alcanzar la más elevada bienaventuranza de la vida, llamada ramana. Así que, después de Su aparición, Mi porción plenaria Ananta será conocida o bien como Sankarshana o bien como Balaráma».
En los Upanishads se afirma: náyam átma bala-hínena labhyah. El significado de esto es que nadie alcanza al Supremo ni ninguna forma de autorrealización sino recibe suficientemente el favor de Balaráma. Bala ni significa fuerza física. Nadie puede alcanzar la perfección espiritual mediante la fuerza física. Es necesario poseer la fuerza espiritual que infunde Balaráma, o Sankarshana. Balaráma o Sankarshana. Ananta o Shesha, es el poder que mantiene a todos los planetas en sus diferentes posiciones. Este poder sustentador se conoce materialmente como ley de gravitación, pero es en realidad la potencia de Sankarshana. Balaráma, o Sankarshana, es el poder espiritual, es decir, el maestro espiritual original. Es por ello que el Señor Nityánanda Prabhu, quien es también la encarnación de Balaráma, es el maestro espiritual original. Y el maestro espiritual es el representante de Balaráma, la Suprema Personalidad de Dios, quien proporciona la fuerza espiritual. En el Shrí Caitanya-charitamrita se confirma que el maestro espiritual es la manifestación de la misericordia de Krishna. (KSP cap2)
Cuando Yogamáyá hubo recibido estas órdenes de la Suprema Personalidad de Dios, dio vueltas alrededor del Señor, y después apareció en este mundo material, conforme a Sus órdenes. Cuando el poder supremo de la poderosa y Suprema Personalidad de Dios atrajo al Señor Shesha del vientre de Devakí al vientre de Rohiní, ambas se encontraban bajo el encanto de Yogamáyá, lo cual se conoce también como yoga-nidrá. Una vez hecho esto, la gente pensó que el séptimo embarazo de Devakí había terminado en aborto. Así, aunque Balaráma apareció como el hijo de Devakí, Él fue transferido al vientre de Rohiní para que apareciera como hijo de ella. Después de que se hizo eso, Krishna, la Suprema Personalidad de Dios, quien está siempre dispuesto a colocar todas Sus potencias en Sus devotos puros, entró como el Señor de toda la creación en la mente de Vasudeva, con toda la potencia de Su energía inconcebible. A este respecto, se sobrentiende que el Señor Krishna se sitúo primero que todo en el corazón puro de Vasudeva, y luego fue transferido al corazón de Devakí.(KSP cap2)
Krishna aparece para dar, tanto a los devotos como a los no devotos, una oportunidad de comprender la meta última de la vida. Los devotos reciben la oportunidad directa de ver y adorar al Señor. Y quienes no se encuentran en ese plano, reciben la oportunidad de conocer las actividades del Señor, y así se elevan a la misma posición de los devotos.(KSP cap2)
«¡Oh, querido Señor!, ¡oh, controlador supremo! —Oraron los semidioses—, nosotros sabemos que al Tú aparecer en esta Tierra, todos los demonios, tales como Kaˆsa y Jarásandha, serán derrotados, y toda clase de buenos auspicios vendrán a este mundo, acompañando Tu aparición.
«Querida madre Devakí, en tu vientre se encuentra la Suprema Personalidad de Dios, quien aparece con todas Sus expansiones plenarias. Él es la Personalidad de Dios original, y aparece para nuestro bien. Así pues, no debes temerle a tu hermano, el rey de Bhoja. Tu hijo, el Señor Krishna, la Personalidad de Dios original, aparecerá para proteger a la piadosa dinastía Yadu. El Señor no va a aparecer solo, sino acompañado de Su porción plenaria inmediata, Balaráma».(KSP cap2)
«¡Oh, querido Señor!, ¡oh, controlador supremo! —Oraron los semidioses—, nosotros sabemos que al Tú aparecer en esta Tierra, todos los demonios, tales como Kaˆsa y Jarásandha, serán derrotados, y toda clase de buenos auspicios vendrán a este mundo, acompañando Tu aparición.
«Querida madre Devakí, en tu vientre se encuentra la Suprema Personalidad de Dios, quien aparece con todas Sus expansiones plenarias. Él es la Personalidad de Dios original, y aparece para nuestro bien. Así pues, no debes temerle a tu hermano, el rey de Bhoja. Tu hijo, el Señor Krishna, la Personalidad de Dios original, aparecerá para proteger a la piadosa dinastía Yadu. El Señor no va a aparecer solo, sino acompañado de Su porción plenaria inmediata, Balaráma».(KSP cap2)
Pasatiempo: (Ceremonia para dar nombre)
Gargamuni respondió: «Vasudeva me ha enviado para que lleve a cabo las ceremonias purificatorias de estos niños, especialmente la de Krishna. Yo soy su sacerdote familiar, e incidentalmente me parece que Krishna es hijo de Devakí». Mediante sus cálculos astrológicos, Gargamuni pudo comprender que Krishna era hijo de Devakí, y que se encontraba bajo el cuidado de Nanda Mahárája, lo cual Nanda ignoraba. Indirectamente, Gargamuni dijo que tanto Krishna como Balaráma eran hijos de Vasudeva. A Balaráma se le conocía como el hijo de Vasudeva, porque Rohiní, su madre, se encontraba allí presente, pero Nanda Mahárája ignoraba la verdad acerca de Krishna. Ahora, indirectamente, Gargamuni revelaba que Krishna era hijo de Devakí.
Cuando Nanda Mahárája se lo solicitó tan ansiosamente, Gargamuni llevó a cabo la ceremonia de concesión del nombre los más secretamente posible, en el cobertizo de las vacas de Nanda. El bráhmaNa le informó a Nanda Mahárája que Balaráma, el hijo de Rohiní, les daría mucho placer a los miembros de Su familia, por lo que lo llamarían Ráma. Y en el futuro sería extraordinariamente fuerte, por lo que lo llamarían Balaráma. Gargamuni dijo también: «Puesto que tu familia y la familia de los Yadus están relacionadas y atraídas tan íntimamente, Su nombre será también Sankarshana». Esto significa que Gargamuni le dio tres nombres al hijo de Rohiní: Balaráma, Sankarshana y Baladeva. Pero Gargamuni tuvo el cuidado de no revelar que Balaráma también había aparecido en el vientre de Devakí, y que subsecuentemente fue transferido al vientre de Rohiní. Krishna y Balaráma son hermanos verdaderos, pues ambos son originalmente hijos de Devakí.(KSP cap8)
Gargamuni le dijo además a Nanda Mahárája que por ser un gran devoto de NáráyaNa, el Señor NáráyaNa le había dado un hijo igual a Él. Y al mismo tiempo le indicó. «Tu hijo será molestado por muchos demonios, ten cuidado y protégelo». Fue así como Gargamuni convenció a Nanda Mahárája de que NáráyaNa Mismo se había convertido en hijo suyo. De diversas maneras, él le describió las cualidades trascendentales de su hijo. Después de dar esta información, Gargamuni regresó a su casa. Y Nanda Mahárája, muy satisfecho de haber recibido aquella bendición, pensó que él era la más afortunada de todas las personas. (KSP cap8)
Gargamuni respondió: «Vasudeva me ha enviado para que lleve a cabo las ceremonias purificatorias de estos niños, especialmente la de Krishna. Yo soy su sacerdote familiar, e incidentalmente me parece que Krishna es hijo de Devakí». Mediante sus cálculos astrológicos, Gargamuni pudo comprender que Krishna era hijo de Devakí, y que se encontraba bajo el cuidado de Nanda Mahárája, lo cual Nanda ignoraba. Indirectamente, Gargamuni dijo que tanto Krishna como Balaráma eran hijos de Vasudeva. A Balaráma se le conocía como el hijo de Vasudeva, porque Rohiní, su madre, se encontraba allí presente, pero Nanda Mahárája ignoraba la verdad acerca de Krishna. Ahora, indirectamente, Gargamuni revelaba que Krishna era hijo de Devakí.
Cuando Nanda Mahárája se lo solicitó tan ansiosamente, Gargamuni llevó a cabo la ceremonia de concesión del nombre los más secretamente posible, en el cobertizo de las vacas de Nanda. El bráhmaNa le informó a Nanda Mahárája que Balaráma, el hijo de Rohiní, les daría mucho placer a los miembros de Su familia, por lo que lo llamarían Ráma. Y en el futuro sería extraordinariamente fuerte, por lo que lo llamarían Balaráma. Gargamuni dijo también: «Puesto que tu familia y la familia de los Yadus están relacionadas y atraídas tan íntimamente, Su nombre será también Sankarshana». Esto significa que Gargamuni le dio tres nombres al hijo de Rohiní: Balaráma, Sankarshana y Baladeva. Pero Gargamuni tuvo el cuidado de no revelar que Balaráma también había aparecido en el vientre de Devakí, y que subsecuentemente fue transferido al vientre de Rohiní. Krishna y Balaráma son hermanos verdaderos, pues ambos son originalmente hijos de Devakí.(KSP cap8)
Gargamuni le dijo además a Nanda Mahárája que por ser un gran devoto de NáráyaNa, el Señor NáráyaNa le había dado un hijo igual a Él. Y al mismo tiempo le indicó. «Tu hijo será molestado por muchos demonios, ten cuidado y protégelo». Fue así como Gargamuni convenció a Nanda Mahárája de que NáráyaNa Mismo se había convertido en hijo suyo. De diversas maneras, él le describió las cualidades trascendentales de su hijo. Después de dar esta información, Gargamuni regresó a su casa. Y Nanda Mahárája, muy satisfecho de haber recibido aquella bendición, pensó que él era la más afortunada de todas las personas. (KSP cap8)
Pasatiempos infantiles de Balarama y Krishna.
Poco después de este incidente, Balaráma y Krishna comenzaron a gatear apoyándose en Sus manos y rodillas. Al gatear de esa manera, Ellos complacían a Sus madres. Las campanillas que éstas habían atado a sus cinturas y tobillos, producían un sonido fascinante cuando Ellos se desplazaban de manera muy agradable de un lugar a otro. Algunas veces, tal como niños ordinarios, Balaráma y Krishna se espantaban ante la presencia de otras personas y solían correr rápidamente a buscar protección en Sus madres. Y otras veces solían dejarse caer en el lodo y la greda de Vrindávana, presentándose después ante Sus madres cubiertos de barro y azafrán. En realidad, sus madres los ungían con azafrán y pasta de sándalo, pero, después de gatear en el lodo, solían quedar simultáneamente cubiertos de barro. Tan pronto como Ellos llegaban gateando ante Sus madres, Yashodá y Rohiní los tomaban en los regazos y, después de cubrir la parte inferior de sus sáris, dejaban que ellos mamasen de sus pechos.. Cuando los niños mamaban de sus pechos, ellas solían ver Sus dientecillos que brotaban. Aquello intensificaba la alegría de ver crecer a sus hijos. Algunas veces, estas traviesas criaturas gateaban hasta el cobertizo de las vacas, cogían la cola de un ternero y se ponían de pie. Los terneros, perturbados, corrían inmediatamente de un lado para otro, arrastrando a Krishna y a Balaráma entre el barro y el estiércol de vaca. Yashodá y Rohiní llamaban a sus vecinas y amigas, las gopís para que vieran la diversión. Las gopís, al ver estos pasatiempos de la niñez del Señor Krishna, solían sumergirse en una bienaventuranza trascendental, y en esa alegría reían fuertemente.
Tanto Krishna como Balaráma eran tan inquietos, que Sus madres, Yashodá y Rohiní, tenían que protegerlos de las vacas, los toros, los monos, los perros, el agua, el fuego y las aves, mientras se ocupaban de sus quehaceres domésticos. Siempre ansiosas de proteger a los niños y de cumplir con sus deberes, Yashodá y Rohiní nunca estaban muy tranquilas. En muy poco tiempo, Krishna y Balaráma comenzaron a pararse y moverse ligeramente sobre Sus piernas. Cuando Krishna y Balaráma, comenzaron a caminar, otros niños de la misma edad se unían a Ellos, y juntos daban a las gopís el más elevado placer trascendental, específicamente a Rohiní y madre Yashodá.
Todas las gopís amigas de Yashodá y Rohiní disfrutaban de las travesuras infantiles de Krishna y Balaráma en Vrindávana. Y, con el fin de obtener una mayor bienaventuranza trascendental, todas ellas se reunían e iban ante madre Yashodá a presentar sus quejas en contra de esos inquietos niños. Cuando Krishna se sentaba ante madre Yashodá, todas las gopís de mayor edad se quejaban de Él en voz alta, de modo que Krishna pudiese oír. Las gopís decían: «Querida Yashodá, ¿por qué no restringes las actividades de tu travieso Krishna? Él viene a nuestras casas en compañía de Balaráma todas las mañas y tardes, y antes del ordeño sueltan a los terneros, y éstos beben toda la leche de las vacas. Cuando nosotros vamos a ordeñar las vacas, ya no hay leche, y tenemos que regresar con las ollas vacías. Y si les advertimos a Krishna y a Balaráma respecto a eso, Ellos sólo sonríen encantadoramente. No podemos hacer nada. Además, tú Krishna y Balaráma encuentran gran placer robando nuestra reserva de yogur y mantequilla de todos los lugares en que los guardamos. Y cuando los sorprendemos robando, Ellos dicen: «¿Por qué nos acusan de robo? ¿Creen que en nuestra casa hay escasez de yogur y mantequilla?». Algunas veces, ellos roban mantequilla, yogur y leche y los reparten entre los monos, y cuando los monos están bien alimentados y dejan de comer, entonces tus niños dicen despectivamente: «Esta leche, este yogur y esta mantequilla no sirven; ni siquiera los monos los toman». Y entonces rompen las ollas y las arrojan por todas partes. Si nosotras escondemos nuestra reserva de leche, yogur y mantequilla en algún lugar oscuro y solitario, tu Krishna y Balaráma la encuentran en la oscuridad, gracias a la refulgencia brillante de las joyas y ornamentos que hay sobre Sus cuerpos. Y si por casualidad no encuentran la mantequilla y el yogur, pellizcan a nuestros pequeños hijos, los hacen llorar y luego se van. Si colgamos del techo nuestra reserva de yogur y mantequilla, aunque esté fuera de Su alcance, Ellos encuentran la forma de llegar hasta ella apilando toda clase de cajas de madera sobre el molino. Y si no logran alcanzarla, abren un agujero en la olla. Por consiguiente, creemos que es mejor que les quites las joyas que adornan Sus cuerpos.
Al oír esto, Yashodá solía decir: «Muy bien; le quitaré a Krishna las joyas ara que ya no vea en la oscuridad la mantequilla escondida. Y las gopís respondían: «No, no; no lo hagas. ¿De qué serviría que le quitaras las joyas?. No sabemos qué clase de niños son Estos, pero hasta sin ornamentos despiden una cierta refulgencia que les permite ver todo en la oscuridad». Entonces, madre Yashodá les decía: «Muy bien, guarden cuidadosamente su reserva de yogur y mantequilla, de manera que Ellos no puedan encontrarla». Y las gopís contestaban: «Sí, en realidad eso es lo que hacemos; pero como algunas veces estamos ocupadas en nuestros deberes domésticos, estos niños traviesos entran a nuestras casas de una manera u otra y lo echan todo a perder. A veces, cuando no pueden robarse nuestra reserva de mantequilla y yogur, furiosos, orinan y escupen en el suelo limpio. Mira ahora a tu niño; Él está oyendo nuestras quejas. Todo el día, Ellos tratan de robarse nuestra mantequilla y nuestro yogur, y ahora están sentados como unos niños muy buenos y silenciosos. Tan sólo ved Su cara». Después de oír todas las quejas, madre Yashodá pensó en castigar a su hijo, pero, sonriendo, no hizo cuando vio la lastimosa expresión de Krishna. (KSP cap8).
Poco después de este incidente, Balaráma y Krishna comenzaron a gatear apoyándose en Sus manos y rodillas. Al gatear de esa manera, Ellos complacían a Sus madres. Las campanillas que éstas habían atado a sus cinturas y tobillos, producían un sonido fascinante cuando Ellos se desplazaban de manera muy agradable de un lugar a otro. Algunas veces, tal como niños ordinarios, Balaráma y Krishna se espantaban ante la presencia de otras personas y solían correr rápidamente a buscar protección en Sus madres. Y otras veces solían dejarse caer en el lodo y la greda de Vrindávana, presentándose después ante Sus madres cubiertos de barro y azafrán. En realidad, sus madres los ungían con azafrán y pasta de sándalo, pero, después de gatear en el lodo, solían quedar simultáneamente cubiertos de barro. Tan pronto como Ellos llegaban gateando ante Sus madres, Yashodá y Rohiní los tomaban en los regazos y, después de cubrir la parte inferior de sus sáris, dejaban que ellos mamasen de sus pechos.. Cuando los niños mamaban de sus pechos, ellas solían ver Sus dientecillos que brotaban. Aquello intensificaba la alegría de ver crecer a sus hijos. Algunas veces, estas traviesas criaturas gateaban hasta el cobertizo de las vacas, cogían la cola de un ternero y se ponían de pie. Los terneros, perturbados, corrían inmediatamente de un lado para otro, arrastrando a Krishna y a Balaráma entre el barro y el estiércol de vaca. Yashodá y Rohiní llamaban a sus vecinas y amigas, las gopís para que vieran la diversión. Las gopís, al ver estos pasatiempos de la niñez del Señor Krishna, solían sumergirse en una bienaventuranza trascendental, y en esa alegría reían fuertemente.
Tanto Krishna como Balaráma eran tan inquietos, que Sus madres, Yashodá y Rohiní, tenían que protegerlos de las vacas, los toros, los monos, los perros, el agua, el fuego y las aves, mientras se ocupaban de sus quehaceres domésticos. Siempre ansiosas de proteger a los niños y de cumplir con sus deberes, Yashodá y Rohiní nunca estaban muy tranquilas. En muy poco tiempo, Krishna y Balaráma comenzaron a pararse y moverse ligeramente sobre Sus piernas. Cuando Krishna y Balaráma, comenzaron a caminar, otros niños de la misma edad se unían a Ellos, y juntos daban a las gopís el más elevado placer trascendental, específicamente a Rohiní y madre Yashodá.
Todas las gopís amigas de Yashodá y Rohiní disfrutaban de las travesuras infantiles de Krishna y Balaráma en Vrindávana. Y, con el fin de obtener una mayor bienaventuranza trascendental, todas ellas se reunían e iban ante madre Yashodá a presentar sus quejas en contra de esos inquietos niños. Cuando Krishna se sentaba ante madre Yashodá, todas las gopís de mayor edad se quejaban de Él en voz alta, de modo que Krishna pudiese oír. Las gopís decían: «Querida Yashodá, ¿por qué no restringes las actividades de tu travieso Krishna? Él viene a nuestras casas en compañía de Balaráma todas las mañas y tardes, y antes del ordeño sueltan a los terneros, y éstos beben toda la leche de las vacas. Cuando nosotros vamos a ordeñar las vacas, ya no hay leche, y tenemos que regresar con las ollas vacías. Y si les advertimos a Krishna y a Balaráma respecto a eso, Ellos sólo sonríen encantadoramente. No podemos hacer nada. Además, tú Krishna y Balaráma encuentran gran placer robando nuestra reserva de yogur y mantequilla de todos los lugares en que los guardamos. Y cuando los sorprendemos robando, Ellos dicen: «¿Por qué nos acusan de robo? ¿Creen que en nuestra casa hay escasez de yogur y mantequilla?». Algunas veces, ellos roban mantequilla, yogur y leche y los reparten entre los monos, y cuando los monos están bien alimentados y dejan de comer, entonces tus niños dicen despectivamente: «Esta leche, este yogur y esta mantequilla no sirven; ni siquiera los monos los toman». Y entonces rompen las ollas y las arrojan por todas partes. Si nosotras escondemos nuestra reserva de leche, yogur y mantequilla en algún lugar oscuro y solitario, tu Krishna y Balaráma la encuentran en la oscuridad, gracias a la refulgencia brillante de las joyas y ornamentos que hay sobre Sus cuerpos. Y si por casualidad no encuentran la mantequilla y el yogur, pellizcan a nuestros pequeños hijos, los hacen llorar y luego se van. Si colgamos del techo nuestra reserva de yogur y mantequilla, aunque esté fuera de Su alcance, Ellos encuentran la forma de llegar hasta ella apilando toda clase de cajas de madera sobre el molino. Y si no logran alcanzarla, abren un agujero en la olla. Por consiguiente, creemos que es mejor que les quites las joyas que adornan Sus cuerpos.
Al oír esto, Yashodá solía decir: «Muy bien; le quitaré a Krishna las joyas ara que ya no vea en la oscuridad la mantequilla escondida. Y las gopís respondían: «No, no; no lo hagas. ¿De qué serviría que le quitaras las joyas?. No sabemos qué clase de niños son Estos, pero hasta sin ornamentos despiden una cierta refulgencia que les permite ver todo en la oscuridad». Entonces, madre Yashodá les decía: «Muy bien, guarden cuidadosamente su reserva de yogur y mantequilla, de manera que Ellos no puedan encontrarla». Y las gopís contestaban: «Sí, en realidad eso es lo que hacemos; pero como algunas veces estamos ocupadas en nuestros deberes domésticos, estos niños traviesos entran a nuestras casas de una manera u otra y lo echan todo a perder. A veces, cuando no pueden robarse nuestra reserva de mantequilla y yogur, furiosos, orinan y escupen en el suelo limpio. Mira ahora a tu niño; Él está oyendo nuestras quejas. Todo el día, Ellos tratan de robarse nuestra mantequilla y nuestro yogur, y ahora están sentados como unos niños muy buenos y silenciosos. Tan sólo ved Su cara». Después de oír todas las quejas, madre Yashodá pensó en castigar a su hijo, pero, sonriendo, no hizo cuando vio la lastimosa expresión de Krishna. (KSP cap8).