¿Quién es Kŗşņa?
Agosto de 1973, Bhaktivedanta Manor, en las afueras de Londres. Varios miles de invitados (incluyendo al Alto Comisionado Hindú) escucharon a Śrīla Prabhupāda exponer acerca de la identidad confidencial de la Suprema Personalidad de Dios, quien se revela en las intemporales Escrituras védicas de la India, no como un hombre viejo de barba blanca, sino como un joven eterno sublimemente atractivo.
Su excelencia, el Alto comisionado, damas y caballeros, les agradezco mucho haber venido aquí y participar en esta ceremonia —Janmāșţamţī, el advenimiento del Señor Kŗşņa. En El Bhagavad-gītā (4.9) Kŗşņa dice:
janma karma ca me divyam
evam yo vetti tattvataħ
tyaktvā deham punar janma
naiti mām eti so ’rjuna
“¡Oh, Arjuna!, aquel que conoce la naturaleza trascendental de Mi aparición y actividades, al abandonar este cuerpo no vuelve a nacer en este mundo material, sino que alcanza Mi morada eterna”.
Es un hecho que podemos detener nuestros repetidos nacimientos y muertes y alcanzar el estado de inmortalidad. Pero la civilización moderna —nuestros grandes filósofos, grandes políticos y grandes científicos— no tienen idea de que es posible alcanzar el estado de amŗtatvam, inmortalidad. Todos nosotros somos amŗta, imperecederos, inmortales. En El Bhagavad-gītā (2.20) se dice, na jāyate mriyate vā kadācit: nosotros, las entidades vivientes, nunca morimos y nunca nacemos. Ajo nityaħ śaśvato ’yam purāņo na hanyate hanyamāne śarīre. Cada uno de nosotros somos primordiales y eternos, sin comienzo y sin final. Y después de la aniquilación de este cuerpo, no morimos. Pero cuando este cuerpo se termine, tendremos que aceptar otro cuerpo:
dehino ’smin yathā dehe
kaumāram yauvanam jarā
tathā dehāntara-prāptir
dhīras tatra na muhyati
“Así como en este cuerpo el alma corporificada pasa continuamente de la niñez a la juventud y luego a la vejez, similarmente el alma pasa a otro cuerpo en el momento de la muerte. Una persona sensata no se confunde por tal cambio”.
En el momento actual, en todo el mundo, a la gente le falta conocimiento acerca de este simple hecho: que todos nosotros, las entidades vivientes, somos partes integrales del Señor Kŗşņa —que como Kŗşņa, nosotros somos eternos, somos bienaventurados, y somos conscientes. A Kŗşņa se lo describe en las literaturas védicas de la siguiente manera:
isvaraħ paramaħ Kŗşņaħ
sac-cid-ānanda-vigrahaħ
anādir ādir govindaħ
sarva-kāraņa-kāraņam
“Kŗşņa, a quien se le conoce como Govinda, es la Suprema Personalidad de Dios. Él tiene un cuerpo eterno, bienaventurado y espiritual. Él es el origen de todo, pero Él no tiene origen, porque Él es la causa primaria de todas las causas” (Brahma-samhitā 5.1).
Cuando yo digo Kŗşņa, eso significa “Dios”. A veces se dice “Dios no tiene nombre”. Esto es un hecho. Pero el nombre de Dios le es dado por sus actividades. Por ejemplo, Kŗşņa aceptó ser el hijo de Maharaja Nanda y Yașodamayi, y también de Vasudeva y Devaki. Por supuesto, nadie es en realidad el padre o la madre de Kŗşņa, porque Kŗşņa es el padre original de todos. Pero cuando Kŗşņa viene aquí, cuando Él adviene, acepta a ciertos devotos exaltados como Su padre y Su madre.
Sin embargo, Kŗşņa es adi-puruș am, la persona original. Entonces, ¿es muy viejo Kŗşņaș No, nava-yauvanam ca: Siempre un joven lozano. Ése es Kŗşņa. Cuando Kŗşņa estuvo en el campo de batalla de Kurukșetra, Él tenía el aspecto de un muchacho de veinte años, o a lo sumo, de veinticuatro años. Pero en ese momento tenía bisnietos. Así que Kŗşņa siempre es un joven. Éstas son las afirmaciones de las literaturas védicas.
Pero si leemos simplemente las literaturas védicas de una manera formal, será muy difícil entender lo que es Kŗşņa —aunque todos los Vedas tienen como propósito que comprendamos a Kŗşņa. En El Bhagavad-gītā (15.15) Kŗşņa dice: vedaiś ca sarvair aham eva vedyaħ. “A través de todos los Vedas Yo he de ser conocido”. ¿Qué sentido tiene estudiar los Vedas si usted no comprende a Kŗşņaș La última meta de la educación es comprender al Señor Supremo, el padre supremo, la causa suprema. Como se dice en El Vedanta-sutra: “Ahora —en la forma humana de vida— hay que indagar acerca de la Suprema Verdad Absoluta, el Brahman”.
Y, ¿qué es ese Brahman? Janmādy asya yataħ. Brahman es de quien todo emana. De manera que ciencia y filosofía significa descubrir la causa original de todo. Y esto lo estamos obteniendo de la literatura védica —que Kŗşņa es sarva-kāraņa-kāraņam, la causa de todas las causas.
Sólo traten de comprender. Por ejemplo, yo fui originado por mi padre, mi padre fue originado por su padre; él fue originado por su padre, quien a su vez fue originado por su padre... De esta manera, si usted continúa investigando, llegará últimamente a quien es la causa sin causa. Anādir ādir govindaħ: La causa de todas las causas es Govinda —Kŗşņa. Yo puedo ser la causa de mi hijo, pero al mismo tiempo yo soy el resultado de otra causa (mi padre). Pero las literaturas védicas dicen que Kŗşņa es la persona original; Él no tiene causa. Ése es Kŗşņa.
Por lo tanto, Kŗşņa dice: “Sólo trata de aprender acerca de la naturaleza trascendental de Mi aparición y actividades”. La aparición de Kŗşņa —esto es algo muy importante. Nosotros debemos tratar de entender a Kŗşņa, por qué Él aparece, por qué Él desciende a este mundo material, cuál es Su propósito, cuáles son Sus actividades. Si simplemente tratamos de entender a Kŗşņa entonces, ¿cuál será el resultadoș El resultado será; tyaktvā deham punar janma naiti mam eti so ’rjuna: alcanzaremos la inmortalidad.
La meta de la vida es amŗtatvaya kalpate, alcanzar la inmortalidad. De modo que hoy, el día de la aparición de Kŗşņa, trataremos de entender la filosofía de Kŗşņa.
Su excelencia estaba hablando de paz. La fórmula de la paz está aquí en El Bhagavad-gītā —hablado por Kŗşņa. ¿Cuál esș
bhoktāram yajña-tapasām
sarva-loka-maheśvaram
suhŗdam sarva-bhūtānām
jñatva mam śantim ŗcchati
“Una persona que tiene plena conciencia de Mí, que Me conoce como el beneficiario último de todos los sacrificios y austeridades, como el Señor Supremo de todos los planetas y semidioses, y como el benefactor y bienqueriente de todas las entidades vivientes, se libra de los tormentos de los sufrimientos materiales y encuentra la paz” (Bhagavad-gītā 5.29).
Los políticos y diplomáticos están tratando de establecer la paz en el mundo. Tenemos a las Naciones Unidas y a muchas otras organizaciones. Ellas están trabajando para establecer una paz y tranquilidad verdaderas, para eliminar malos entendidos entre los hombres y entre las naciones. Pero esto no sucede. El error está en la raíz. Todos piensan: “Es mi país”, “es mi familia”, “es mi sociedad”, “es mi propiedad”. Este “mi” es ilusión. En las literaturas védicas se dice: janasya moho ’yam aham mameti. Esta filosofía de “yo y lo mío” es māyā —ilusión.
Por eso, si usted quiere salir de esta māyā, de esta ilusión, entonces tiene que aceptar la fórmula de Kŗşņa. Mam eva ye prapadyante māyām etaș taranti te: Quienquiera que se rinda a Kŗşņa puede cruzar fácilmente toda la ilusión. Todo está ahí en El Bhagavad-gītā, para nuestra guía. Si nosotros aceptamos la filosofía del Bhagavad-gītā —tal como es— allí encontraremos todo. La paz está ahí, la prosperidad está ahí.
Por desdicha, nosotros no la aceptamos, o la malinterpretamos. Ésa es nuestra mala fortuna. En El Bhagavad-gītā (9.34) Kŗşņa dice: man-mana bhava mad-bhakto mad-yājī mam namaskuru. “Siempre piensa en Mí, vuélvete Mi devoto, adórame y ofréceme reverencias”. ¿Es algo difícil? Aquí está la Deidad de Kŗşņa. ¿Pensar en esa Deidad es algo difícil? Usted viene al templo y, tal como haría un devoto, ofrece sus respetos a la Deidad. Tanto como le sea posible, trate de adorar a la Deidad.
Kŗşņa no quiere sus bienes. Kŗşņa está dispuesto a ser adorado por un hombre pobre. ¿Qué es lo que Él pide? Él dice patram pușpam phalam toyam yo me bhaktya prayacchati: “Si una persona Me ofrece con devoción una hoja, una fruta, o un poco de agua, Yo lo aceptaré” (Bhagavad-gītā 9.26). Kŗşņa no está hambriento, sino que Kŗşņa quiere que usted se vuelva un devoto. Éste es el punto principal. Yo me bhaktya prayacchati: “Ofréceme algo —con devoción”. Éste es el principio fundamental. Ofrezca a Kŗşņa alguna cosa pequeña. Kŗşņa no está hambriento; Kŗşņa está proveyéndoles alimentos a todos. Kŗşņa quiere su amor, su devoción. Por lo tanto, Él pide un poco de agua, una fruta o una flor. De esta manera, man-mana bhava mad-bhakta: Usted puede pensar en Kŗşņa y volverse Su devoto.
No hay dificultad en entender a Kŗşņa y aceptar la conciencia de Kŗşņa. Pero no lo haremos —ésa es nuestra enfermedad. Fuera de eso, no es difícil en absoluto. Y tan pronto como nos volvemos devotos de Kŗşņa, comprendemos la situación universal completa. Nuestra filosofía bhāgavata, nuestra filosofía consciente de Dios, también es una clase de comunismo espiritual, porque consideramos a Kŗşņa como el padre supremo, y a todas las entidades vivientes como hijos de Kŗşņa.
Y Kŗşņa dice sarva-loka-maheśvaram. Él es el propietario de todos los planetas. Por lo tanto todo lo que existe, ya sea en cielo, en el agua o sobre la tierra, todo es propiedad de Kŗşņa. Y debido a que todos nosotros somos hijos de Kŗşņa, todos tenemos derecho a usar la propiedad de nuestro padre. Pero no debemos abusar de otros. Ésta es la fórmula de la paz. Iśavasyam idam sarvam... ma gŗdhaħ kasyasvid dhanam: “Todo pertenece a Dios, y ya que ustedes son los hijos de Dios, tienen el derecho de usar la propiedad de Su padre. Pero no tomen más de lo que necesitan. Esto es punible” (Isopanișad 1). Si alguien toma más de lo que necesita, entonces es un ladrón. Yajñarthāt karmaņo ’nyatra loko ’yam karma-bandhanaħ (Bhagavad-gītā 3.9): Cualquier cosa que hagamos, debemos hacerla para la satisfacción de Kŗşņa. Nosotros debemos actuar para Kŗşņa, debemos hacer todo para Kŗşņa.
Eso es lo que estamos enseñando aquí. En este templo todos vivimos felices —americanos, hindúes, ingleses, canadienses, africanos— gente de diferentes partes del mundo. Ustedes saben eso. No sólo en este templo, sino dondequiera que la gente sea consciente de Kŗşņa, alrededor del mundo. Kŗşņa aparece para enseñar esta lección.
Cuando olvidamos esta filosofía —que Kŗşņa es el padre supremo, que Kŗşņa es el propietario supremo, que Kŗşņa es el disfrutador supremo y que Kŗşņa es el amigo supremo de todos— cuando olvidamos esto, entonces venimos a este mundo material y luchamos por la existencia, luchamos uno contra el otro. Eso es vida material.
Tampoco podemos obtener ningún alivio a través de nuestros políticos, diplomáticos y filósofos. Ellos han tratado por todos los medios, pero realmente nada de lo que intentaron fue fructífero. Tomemos por ejemplo las Naciones Unidas. Fueron organizadas después de la Segunda Guerra Mundial, y la propuesta de ellas fue: “Ahora nosotros haremos que todo esté en paz”. Pero nada de eso ocurre. La lucha continúa, entre India y Paquistán, entre Vietnam y Estados Unidos, o entre éste y aquél. Política, diplomacia y filosofía mundanas —esto no es el proceso. El proceso es la conciencia de Kŗşņa. Todos tienen que entender este punto, que no somos los propietarios. El verdadero propietario es Kŗşņa. Eso es un hecho. Tomemos por ejemplo los Estados Unidos. Doscientos años atrás, los inmigrantes europeos no eran los propietarios. Algún otro era el propietario, y antes que eso otro era el propietario, o era una tierra vacía. Pero el verdadero propietario es Kŗşņa. Artificialmente estamos diciendo: “Es mi propiedad”. Esto se denomina maya, ilusión. De manera que Kŗşņa aparece para darnos esta lección. Kŗşņa dice, yadā yadā hi dharmasya glānir bhavati bhārata: “Mi querido Arjuna, Yo aparezco cuando hay discrepancias en el proceso de la vida religiosa” (Bhagavad-gītā 4.7).
Y, ¿qué es verdadero dharma, verdadera vida religiosa? La simple definición de dharma es dharmam tu sakșād bhagavat-praņitam: “Verdadera vida religiosa es la que enuncia directamente la Suprema Personalidad de Dios” (Srimad-Bhagavatam 6.3.19). Por ejemplo, ¿A qué se refiere usted cuando dice “ley civil”? Ley civil significa la palabra dada por el Estado. Usted no puede hacer una ley civil en su casa. Eso no es posible. Cualquier cosa que el gobierno le indique —“usted debe actuar así”— eso es una ley. Similarmente, dharma, vida religiosa, significa la directriz dada por Dios. Esto es dharma. Definición simple. Si usted crea algún dharma o yo creo algún dharma, u otro hombre crea otro dharma, ninguno de ellos es dharma.
Por lo tanto, Kŗşņa finaliza la Bhagavad-gītā diciendo, sarva-dharmān parityajya mam ekam śarașam vraja: “Abandona tus ideas inventadas acerca del dharma y ríndete a Mí” (Bhagavad-gītā 18.66) Esto es dharma —rendirse a Kŗşņa. Cualquier otro dharma no es dharma. De otro modo, ¿por qué Kŗşņa pide sarva-dharman parityajya —abandonar todo? Él ya ha dicho: “En cada era Yo desciendo para establecer los principios de la religión”. Y al final Él dice que debemos abandonar todos los supuestos principios religiosos que hemos inventado. Todos estos principios hechos por el hombre no son realmente principios religiosos. Verdadero dharma, verdadera vida religiosa, significa aquello que es indicado por Dios. Pero no tenemos ningún entendimiento de lo que es Dios y cuál es Su palabra. Éste es el defecto de la civilización moderna.
Pero la orden está ahí. Dios está ahí —simplemente no queremos aceptarlo. De modo que ¿dónde está la posibilidad de paz? Todo está ahí, preparado. Pero no lo aceptamos. Entonces ¿cuál es el remedio para nuestra enfermedad? Nosotros estamos en busca de paz, pero no aceptamos lo que realmente nos traerá la paz. Ésta es nuestra enfermedad. Por lo tanto, este movimiento para la conciencia de Kŗşņa está tratando de revivir la conciencia de Kŗşņa dormida en el corazón de todos. Tan sólo consideren esto: hace cuatro o cinco años atrás estos europeos y americanos no habían escuchado nada acerca de Kŗşņa —entonces ¿cómo es que ellos ahora están aceptando la conciencia de Kŗşņa tan seriamente? La conciencia de Kŗşņa ya está ahí en el corazón de todos. Simplemente tiene que ser revivida. Y este proceso de despertar es descrito en El Caitanya-caritāmŗta (Madhya 22.107):
nitya siddha Kŗşņa-prema ‘sadhya’ kabhu naya
śravaņadi-śuddha-citte karaye udaya
El amor por Kŗşņa, la devoción por Kŗşņa, está en el corazón de todos, pero lo hemos olvidado. Por eso este movimiento para la conciencia de Kŗşņa está destinado simplemente a revivir ese amor dormido, dándoles a todos la oportunidad de escuchar acerca de Kŗşņa. Éste es el proceso.
Por ejemplo, cuando usted duerme yo tengo que llamarlo en voz alta: “¡Sr. Fulano! ¡Sr. Fulano! ¡Levántese!, tiene que atender este asunto”. Ningún otro sentido trabajará cuando usted duerme. Pero el oído sí. Por lo tanto, en esta era, en la cual la gente es tan caída y no escucha nada, si cantamos este maha-mantra Hare Kŗşņa haremos que ellos despierten a la conciencia de Kŗşņa. Esto es práctico. De manera que si estamos realmente ansiosos por la paz y la tranquilidad de la sociedad, entonces debemos ser muy serios acerca de comprender a Kŗşņa. Ése es mi pedido. No tomen el movimiento para la conciencia de Kŗşņa superficialmente.
Este movimiento puede resolver todos los problemas de la vida, todos los problemas del mundo. Sociales, políticos, filosóficos, religiosos, económicos —todos pueden ser resueltos por medio de la conciencia de Kŗşņa. Por lo tanto, les pedimos a aquellos que son líderes —como a Su Excelencia, quien está presente aquí— que traten de entender este movimiento para la conciencia de Kŗşņa. Es muy científico y autorizado. No es una imposición mental o un movimiento sentimental. Es un movimiento de lo más científico. De modo que estamos invitando a todos los líderes de todos los países a que traten de comprender. Si usted es serio, si usted realmente es sensato, usted comprenderá que este movimiento para la conciencia de Kŗşņa es el movimiento más sublime para beneficiar a toda la sociedad humana.
Cualquiera puede venir —estamos preparados para hablar sobre este tema. La última meta de la vida humana es alcanzar la inmortalidad. Tyaktvā deham punar janma naiti. Ésa es nuestra misión, pero hemos olvidado esto. Simplemente estamos llevando una vida de perros y gatos, sin ningún conocimiento de que podemos alcanzar tal perfección en la vida donde no habrá más nacimiento ni más muerte. Nosotros ni siquiera comprendemos que existe la posibilidad de amtatvam, la inmortalidad. Pero es totalmente posible. Nadie quiere morir. Nadie quiere envejecer. Nadie quiere enfermarse. Ésa es nuestra inclinación natural. ¿Por qué? Porque originalmente, en nuestra forma original, no existe nacimiento, ni muerte, ni vejez, ni enfermedades. De manera que luego de movernos a través del proceso evolutivo, a través de los peces, las plantas, los árboles, los pájaros, cuando finalmente llegamos a este cuerpo de forma humana, es cuando debemos saber cuál es la meta de la vida. La meta de la vida es amŗtatvam, volverse inmortal.
Usted puede volverse inmortal, simplemente al volverse consciente de Kŗşņa. Kŗşņa dice eso. Es un hecho. Nosotros simplemente tenemos que comprender. Janma karma ca me divyam evam yo vetti tattvatah. Si usted trata de entender a Kŗşņa seriamente, entonces tyaktvā deham punar janma naiti: Después de abandonar este cuerpo, usted no aceptará más cuerpos materiales. Y apenas usted no acepte más cuerpos materiales, usted se vuelve inmortal. El asunto es que por naturaleza somos inmortales. Y Kŗşņa viene aquí para enseñarnos esta lección:
mamaivamśo jīva-loke
jīva-bhūtaħ sanātanaħ
manaħ șașţanīndriyāņi
prakŗti-sthāni karșati
“Tú eres inmortal por naturaleza. Como alma espiritual, tú eres parte integral de Mí. Yo soy inmortal, y por eso tú también eres inmortal. Innecesariamente estás tratando de ser feliz en este mundo material” (Bhagavad-gītā 15.7).
Usted ya ha tratado una y otra vez de encontrar la felicidad en la vida sensorial, a través de muchos cuerpos —como gato, como perro, como semidiós, como árbol, como planta, como insecto. Ahora que usted tiene un cuerpo humano, con una inteligencia superior, no se deje cautivar por la vida sensual. Trate de entender a Kŗşņa. Ése es el veredicto de las literaturas védicas. Nayam deho deha-bhajam nŗloke kașţan kāmān arhate viđ-bhujam ye (Srimad-Bhagavatam 5.5.1): Trabajar muy duramente como perros y cerdos para la gratificación de los sentidos no es la aspiración apropiada para la vida humana; la vida humana está destinada para un poco de austeridad. Tapo divyam putrakā yena sattvam śuddhyet: Nosotros tenemos que purificar nuestra existencia; Ésa es la misión de la vida humana. ¿Por qué debemos purificar nuestra existencia? Brahma-saukhyam tv anantam: Porque así obtendremos realización espiritual y placer y felicidad ilimitados e interminables. Eso es verdadero placer, verdadera felicidad.
ramante yogino ’nante
satyānanda-cid-ātmani
iti rāma-padenāsau
param brahmābhidhīyate
“Los místicos obtienen ilimitados placeres trascendentales de la Verdad Absoluta, y por lo tanto la Suprema Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios, también es conocida como Rama” (Padma Puraņa).
Todas las grandes personalidades santas de la India han cultivado muy bien y en forma completa este conocimiento espiritual. Anteriormente, la gente acostumbraba ir a la India para averiguar acerca de la vida espiritual. Inclusive Jesucristo fue allá. Sin embargo, no nos aprovechamos. No es que estas normas y Escrituras están destinadas sólo para los hindúes o para los brāhmaņas. No. Ellas están dirigidas a todos, porque Kŗşņa declara, aham bīja-pradaħ pitā: “Yo soy el padre de todos”. Por lo tanto, Él está muy ansioso de que nos volvamos pacíficos y felices. Así como un padre ordinario quiere ver que su hijo esté bien situado y feliz, del mismo modo Kŗşņa quiere ver a cada uno de nosotros bien situado y feliz. Por lo tanto Él aparece de tanto en tanto. Éste es el propósito de la aparición de Kŗşņa. Muchas gracias.
Agosto de 1973, Bhaktivedanta Manor, en las afueras de Londres. Varios miles de invitados (incluyendo al Alto Comisionado Hindú) escucharon a Śrīla Prabhupāda exponer acerca de la identidad confidencial de la Suprema Personalidad de Dios, quien se revela en las intemporales Escrituras védicas de la India, no como un hombre viejo de barba blanca, sino como un joven eterno sublimemente atractivo.
Su excelencia, el Alto comisionado, damas y caballeros, les agradezco mucho haber venido aquí y participar en esta ceremonia —Janmāșţamţī, el advenimiento del Señor Kŗşņa. En El Bhagavad-gītā (4.9) Kŗşņa dice:
janma karma ca me divyam
evam yo vetti tattvataħ
tyaktvā deham punar janma
naiti mām eti so ’rjuna
“¡Oh, Arjuna!, aquel que conoce la naturaleza trascendental de Mi aparición y actividades, al abandonar este cuerpo no vuelve a nacer en este mundo material, sino que alcanza Mi morada eterna”.
Es un hecho que podemos detener nuestros repetidos nacimientos y muertes y alcanzar el estado de inmortalidad. Pero la civilización moderna —nuestros grandes filósofos, grandes políticos y grandes científicos— no tienen idea de que es posible alcanzar el estado de amŗtatvam, inmortalidad. Todos nosotros somos amŗta, imperecederos, inmortales. En El Bhagavad-gītā (2.20) se dice, na jāyate mriyate vā kadācit: nosotros, las entidades vivientes, nunca morimos y nunca nacemos. Ajo nityaħ śaśvato ’yam purāņo na hanyate hanyamāne śarīre. Cada uno de nosotros somos primordiales y eternos, sin comienzo y sin final. Y después de la aniquilación de este cuerpo, no morimos. Pero cuando este cuerpo se termine, tendremos que aceptar otro cuerpo:
dehino ’smin yathā dehe
kaumāram yauvanam jarā
tathā dehāntara-prāptir
dhīras tatra na muhyati
“Así como en este cuerpo el alma corporificada pasa continuamente de la niñez a la juventud y luego a la vejez, similarmente el alma pasa a otro cuerpo en el momento de la muerte. Una persona sensata no se confunde por tal cambio”.
En el momento actual, en todo el mundo, a la gente le falta conocimiento acerca de este simple hecho: que todos nosotros, las entidades vivientes, somos partes integrales del Señor Kŗşņa —que como Kŗşņa, nosotros somos eternos, somos bienaventurados, y somos conscientes. A Kŗşņa se lo describe en las literaturas védicas de la siguiente manera:
isvaraħ paramaħ Kŗşņaħ
sac-cid-ānanda-vigrahaħ
anādir ādir govindaħ
sarva-kāraņa-kāraņam
“Kŗşņa, a quien se le conoce como Govinda, es la Suprema Personalidad de Dios. Él tiene un cuerpo eterno, bienaventurado y espiritual. Él es el origen de todo, pero Él no tiene origen, porque Él es la causa primaria de todas las causas” (Brahma-samhitā 5.1).
Cuando yo digo Kŗşņa, eso significa “Dios”. A veces se dice “Dios no tiene nombre”. Esto es un hecho. Pero el nombre de Dios le es dado por sus actividades. Por ejemplo, Kŗşņa aceptó ser el hijo de Maharaja Nanda y Yașodamayi, y también de Vasudeva y Devaki. Por supuesto, nadie es en realidad el padre o la madre de Kŗşņa, porque Kŗşņa es el padre original de todos. Pero cuando Kŗşņa viene aquí, cuando Él adviene, acepta a ciertos devotos exaltados como Su padre y Su madre.
Sin embargo, Kŗşņa es adi-puruș am, la persona original. Entonces, ¿es muy viejo Kŗşņaș No, nava-yauvanam ca: Siempre un joven lozano. Ése es Kŗşņa. Cuando Kŗşņa estuvo en el campo de batalla de Kurukșetra, Él tenía el aspecto de un muchacho de veinte años, o a lo sumo, de veinticuatro años. Pero en ese momento tenía bisnietos. Así que Kŗşņa siempre es un joven. Éstas son las afirmaciones de las literaturas védicas.
Pero si leemos simplemente las literaturas védicas de una manera formal, será muy difícil entender lo que es Kŗşņa —aunque todos los Vedas tienen como propósito que comprendamos a Kŗşņa. En El Bhagavad-gītā (15.15) Kŗşņa dice: vedaiś ca sarvair aham eva vedyaħ. “A través de todos los Vedas Yo he de ser conocido”. ¿Qué sentido tiene estudiar los Vedas si usted no comprende a Kŗşņaș La última meta de la educación es comprender al Señor Supremo, el padre supremo, la causa suprema. Como se dice en El Vedanta-sutra: “Ahora —en la forma humana de vida— hay que indagar acerca de la Suprema Verdad Absoluta, el Brahman”.
Y, ¿qué es ese Brahman? Janmādy asya yataħ. Brahman es de quien todo emana. De manera que ciencia y filosofía significa descubrir la causa original de todo. Y esto lo estamos obteniendo de la literatura védica —que Kŗşņa es sarva-kāraņa-kāraņam, la causa de todas las causas.
Sólo traten de comprender. Por ejemplo, yo fui originado por mi padre, mi padre fue originado por su padre; él fue originado por su padre, quien a su vez fue originado por su padre... De esta manera, si usted continúa investigando, llegará últimamente a quien es la causa sin causa. Anādir ādir govindaħ: La causa de todas las causas es Govinda —Kŗşņa. Yo puedo ser la causa de mi hijo, pero al mismo tiempo yo soy el resultado de otra causa (mi padre). Pero las literaturas védicas dicen que Kŗşņa es la persona original; Él no tiene causa. Ése es Kŗşņa.
Por lo tanto, Kŗşņa dice: “Sólo trata de aprender acerca de la naturaleza trascendental de Mi aparición y actividades”. La aparición de Kŗşņa —esto es algo muy importante. Nosotros debemos tratar de entender a Kŗşņa, por qué Él aparece, por qué Él desciende a este mundo material, cuál es Su propósito, cuáles son Sus actividades. Si simplemente tratamos de entender a Kŗşņa entonces, ¿cuál será el resultadoș El resultado será; tyaktvā deham punar janma naiti mam eti so ’rjuna: alcanzaremos la inmortalidad.
La meta de la vida es amŗtatvaya kalpate, alcanzar la inmortalidad. De modo que hoy, el día de la aparición de Kŗşņa, trataremos de entender la filosofía de Kŗşņa.
Su excelencia estaba hablando de paz. La fórmula de la paz está aquí en El Bhagavad-gītā —hablado por Kŗşņa. ¿Cuál esș
bhoktāram yajña-tapasām
sarva-loka-maheśvaram
suhŗdam sarva-bhūtānām
jñatva mam śantim ŗcchati
“Una persona que tiene plena conciencia de Mí, que Me conoce como el beneficiario último de todos los sacrificios y austeridades, como el Señor Supremo de todos los planetas y semidioses, y como el benefactor y bienqueriente de todas las entidades vivientes, se libra de los tormentos de los sufrimientos materiales y encuentra la paz” (Bhagavad-gītā 5.29).
Los políticos y diplomáticos están tratando de establecer la paz en el mundo. Tenemos a las Naciones Unidas y a muchas otras organizaciones. Ellas están trabajando para establecer una paz y tranquilidad verdaderas, para eliminar malos entendidos entre los hombres y entre las naciones. Pero esto no sucede. El error está en la raíz. Todos piensan: “Es mi país”, “es mi familia”, “es mi sociedad”, “es mi propiedad”. Este “mi” es ilusión. En las literaturas védicas se dice: janasya moho ’yam aham mameti. Esta filosofía de “yo y lo mío” es māyā —ilusión.
Por eso, si usted quiere salir de esta māyā, de esta ilusión, entonces tiene que aceptar la fórmula de Kŗşņa. Mam eva ye prapadyante māyām etaș taranti te: Quienquiera que se rinda a Kŗşņa puede cruzar fácilmente toda la ilusión. Todo está ahí en El Bhagavad-gītā, para nuestra guía. Si nosotros aceptamos la filosofía del Bhagavad-gītā —tal como es— allí encontraremos todo. La paz está ahí, la prosperidad está ahí.
Por desdicha, nosotros no la aceptamos, o la malinterpretamos. Ésa es nuestra mala fortuna. En El Bhagavad-gītā (9.34) Kŗşņa dice: man-mana bhava mad-bhakto mad-yājī mam namaskuru. “Siempre piensa en Mí, vuélvete Mi devoto, adórame y ofréceme reverencias”. ¿Es algo difícil? Aquí está la Deidad de Kŗşņa. ¿Pensar en esa Deidad es algo difícil? Usted viene al templo y, tal como haría un devoto, ofrece sus respetos a la Deidad. Tanto como le sea posible, trate de adorar a la Deidad.
Kŗşņa no quiere sus bienes. Kŗşņa está dispuesto a ser adorado por un hombre pobre. ¿Qué es lo que Él pide? Él dice patram pușpam phalam toyam yo me bhaktya prayacchati: “Si una persona Me ofrece con devoción una hoja, una fruta, o un poco de agua, Yo lo aceptaré” (Bhagavad-gītā 9.26). Kŗşņa no está hambriento, sino que Kŗşņa quiere que usted se vuelva un devoto. Éste es el punto principal. Yo me bhaktya prayacchati: “Ofréceme algo —con devoción”. Éste es el principio fundamental. Ofrezca a Kŗşņa alguna cosa pequeña. Kŗşņa no está hambriento; Kŗşņa está proveyéndoles alimentos a todos. Kŗşņa quiere su amor, su devoción. Por lo tanto, Él pide un poco de agua, una fruta o una flor. De esta manera, man-mana bhava mad-bhakta: Usted puede pensar en Kŗşņa y volverse Su devoto.
No hay dificultad en entender a Kŗşņa y aceptar la conciencia de Kŗşņa. Pero no lo haremos —ésa es nuestra enfermedad. Fuera de eso, no es difícil en absoluto. Y tan pronto como nos volvemos devotos de Kŗşņa, comprendemos la situación universal completa. Nuestra filosofía bhāgavata, nuestra filosofía consciente de Dios, también es una clase de comunismo espiritual, porque consideramos a Kŗşņa como el padre supremo, y a todas las entidades vivientes como hijos de Kŗşņa.
Y Kŗşņa dice sarva-loka-maheśvaram. Él es el propietario de todos los planetas. Por lo tanto todo lo que existe, ya sea en cielo, en el agua o sobre la tierra, todo es propiedad de Kŗşņa. Y debido a que todos nosotros somos hijos de Kŗşņa, todos tenemos derecho a usar la propiedad de nuestro padre. Pero no debemos abusar de otros. Ésta es la fórmula de la paz. Iśavasyam idam sarvam... ma gŗdhaħ kasyasvid dhanam: “Todo pertenece a Dios, y ya que ustedes son los hijos de Dios, tienen el derecho de usar la propiedad de Su padre. Pero no tomen más de lo que necesitan. Esto es punible” (Isopanișad 1). Si alguien toma más de lo que necesita, entonces es un ladrón. Yajñarthāt karmaņo ’nyatra loko ’yam karma-bandhanaħ (Bhagavad-gītā 3.9): Cualquier cosa que hagamos, debemos hacerla para la satisfacción de Kŗşņa. Nosotros debemos actuar para Kŗşņa, debemos hacer todo para Kŗşņa.
Eso es lo que estamos enseñando aquí. En este templo todos vivimos felices —americanos, hindúes, ingleses, canadienses, africanos— gente de diferentes partes del mundo. Ustedes saben eso. No sólo en este templo, sino dondequiera que la gente sea consciente de Kŗşņa, alrededor del mundo. Kŗşņa aparece para enseñar esta lección.
Cuando olvidamos esta filosofía —que Kŗşņa es el padre supremo, que Kŗşņa es el propietario supremo, que Kŗşņa es el disfrutador supremo y que Kŗşņa es el amigo supremo de todos— cuando olvidamos esto, entonces venimos a este mundo material y luchamos por la existencia, luchamos uno contra el otro. Eso es vida material.
Tampoco podemos obtener ningún alivio a través de nuestros políticos, diplomáticos y filósofos. Ellos han tratado por todos los medios, pero realmente nada de lo que intentaron fue fructífero. Tomemos por ejemplo las Naciones Unidas. Fueron organizadas después de la Segunda Guerra Mundial, y la propuesta de ellas fue: “Ahora nosotros haremos que todo esté en paz”. Pero nada de eso ocurre. La lucha continúa, entre India y Paquistán, entre Vietnam y Estados Unidos, o entre éste y aquél. Política, diplomacia y filosofía mundanas —esto no es el proceso. El proceso es la conciencia de Kŗşņa. Todos tienen que entender este punto, que no somos los propietarios. El verdadero propietario es Kŗşņa. Eso es un hecho. Tomemos por ejemplo los Estados Unidos. Doscientos años atrás, los inmigrantes europeos no eran los propietarios. Algún otro era el propietario, y antes que eso otro era el propietario, o era una tierra vacía. Pero el verdadero propietario es Kŗşņa. Artificialmente estamos diciendo: “Es mi propiedad”. Esto se denomina maya, ilusión. De manera que Kŗşņa aparece para darnos esta lección. Kŗşņa dice, yadā yadā hi dharmasya glānir bhavati bhārata: “Mi querido Arjuna, Yo aparezco cuando hay discrepancias en el proceso de la vida religiosa” (Bhagavad-gītā 4.7).
Y, ¿qué es verdadero dharma, verdadera vida religiosa? La simple definición de dharma es dharmam tu sakșād bhagavat-praņitam: “Verdadera vida religiosa es la que enuncia directamente la Suprema Personalidad de Dios” (Srimad-Bhagavatam 6.3.19). Por ejemplo, ¿A qué se refiere usted cuando dice “ley civil”? Ley civil significa la palabra dada por el Estado. Usted no puede hacer una ley civil en su casa. Eso no es posible. Cualquier cosa que el gobierno le indique —“usted debe actuar así”— eso es una ley. Similarmente, dharma, vida religiosa, significa la directriz dada por Dios. Esto es dharma. Definición simple. Si usted crea algún dharma o yo creo algún dharma, u otro hombre crea otro dharma, ninguno de ellos es dharma.
Por lo tanto, Kŗşņa finaliza la Bhagavad-gītā diciendo, sarva-dharmān parityajya mam ekam śarașam vraja: “Abandona tus ideas inventadas acerca del dharma y ríndete a Mí” (Bhagavad-gītā 18.66) Esto es dharma —rendirse a Kŗşņa. Cualquier otro dharma no es dharma. De otro modo, ¿por qué Kŗşņa pide sarva-dharman parityajya —abandonar todo? Él ya ha dicho: “En cada era Yo desciendo para establecer los principios de la religión”. Y al final Él dice que debemos abandonar todos los supuestos principios religiosos que hemos inventado. Todos estos principios hechos por el hombre no son realmente principios religiosos. Verdadero dharma, verdadera vida religiosa, significa aquello que es indicado por Dios. Pero no tenemos ningún entendimiento de lo que es Dios y cuál es Su palabra. Éste es el defecto de la civilización moderna.
Pero la orden está ahí. Dios está ahí —simplemente no queremos aceptarlo. De modo que ¿dónde está la posibilidad de paz? Todo está ahí, preparado. Pero no lo aceptamos. Entonces ¿cuál es el remedio para nuestra enfermedad? Nosotros estamos en busca de paz, pero no aceptamos lo que realmente nos traerá la paz. Ésta es nuestra enfermedad. Por lo tanto, este movimiento para la conciencia de Kŗşņa está tratando de revivir la conciencia de Kŗşņa dormida en el corazón de todos. Tan sólo consideren esto: hace cuatro o cinco años atrás estos europeos y americanos no habían escuchado nada acerca de Kŗşņa —entonces ¿cómo es que ellos ahora están aceptando la conciencia de Kŗşņa tan seriamente? La conciencia de Kŗşņa ya está ahí en el corazón de todos. Simplemente tiene que ser revivida. Y este proceso de despertar es descrito en El Caitanya-caritāmŗta (Madhya 22.107):
nitya siddha Kŗşņa-prema ‘sadhya’ kabhu naya
śravaņadi-śuddha-citte karaye udaya
El amor por Kŗşņa, la devoción por Kŗşņa, está en el corazón de todos, pero lo hemos olvidado. Por eso este movimiento para la conciencia de Kŗşņa está destinado simplemente a revivir ese amor dormido, dándoles a todos la oportunidad de escuchar acerca de Kŗşņa. Éste es el proceso.
Por ejemplo, cuando usted duerme yo tengo que llamarlo en voz alta: “¡Sr. Fulano! ¡Sr. Fulano! ¡Levántese!, tiene que atender este asunto”. Ningún otro sentido trabajará cuando usted duerme. Pero el oído sí. Por lo tanto, en esta era, en la cual la gente es tan caída y no escucha nada, si cantamos este maha-mantra Hare Kŗşņa haremos que ellos despierten a la conciencia de Kŗşņa. Esto es práctico. De manera que si estamos realmente ansiosos por la paz y la tranquilidad de la sociedad, entonces debemos ser muy serios acerca de comprender a Kŗşņa. Ése es mi pedido. No tomen el movimiento para la conciencia de Kŗşņa superficialmente.
Este movimiento puede resolver todos los problemas de la vida, todos los problemas del mundo. Sociales, políticos, filosóficos, religiosos, económicos —todos pueden ser resueltos por medio de la conciencia de Kŗşņa. Por lo tanto, les pedimos a aquellos que son líderes —como a Su Excelencia, quien está presente aquí— que traten de entender este movimiento para la conciencia de Kŗşņa. Es muy científico y autorizado. No es una imposición mental o un movimiento sentimental. Es un movimiento de lo más científico. De modo que estamos invitando a todos los líderes de todos los países a que traten de comprender. Si usted es serio, si usted realmente es sensato, usted comprenderá que este movimiento para la conciencia de Kŗşņa es el movimiento más sublime para beneficiar a toda la sociedad humana.
Cualquiera puede venir —estamos preparados para hablar sobre este tema. La última meta de la vida humana es alcanzar la inmortalidad. Tyaktvā deham punar janma naiti. Ésa es nuestra misión, pero hemos olvidado esto. Simplemente estamos llevando una vida de perros y gatos, sin ningún conocimiento de que podemos alcanzar tal perfección en la vida donde no habrá más nacimiento ni más muerte. Nosotros ni siquiera comprendemos que existe la posibilidad de amtatvam, la inmortalidad. Pero es totalmente posible. Nadie quiere morir. Nadie quiere envejecer. Nadie quiere enfermarse. Ésa es nuestra inclinación natural. ¿Por qué? Porque originalmente, en nuestra forma original, no existe nacimiento, ni muerte, ni vejez, ni enfermedades. De manera que luego de movernos a través del proceso evolutivo, a través de los peces, las plantas, los árboles, los pájaros, cuando finalmente llegamos a este cuerpo de forma humana, es cuando debemos saber cuál es la meta de la vida. La meta de la vida es amŗtatvam, volverse inmortal.
Usted puede volverse inmortal, simplemente al volverse consciente de Kŗşņa. Kŗşņa dice eso. Es un hecho. Nosotros simplemente tenemos que comprender. Janma karma ca me divyam evam yo vetti tattvatah. Si usted trata de entender a Kŗşņa seriamente, entonces tyaktvā deham punar janma naiti: Después de abandonar este cuerpo, usted no aceptará más cuerpos materiales. Y apenas usted no acepte más cuerpos materiales, usted se vuelve inmortal. El asunto es que por naturaleza somos inmortales. Y Kŗşņa viene aquí para enseñarnos esta lección:
mamaivamśo jīva-loke
jīva-bhūtaħ sanātanaħ
manaħ șașţanīndriyāņi
prakŗti-sthāni karșati
“Tú eres inmortal por naturaleza. Como alma espiritual, tú eres parte integral de Mí. Yo soy inmortal, y por eso tú también eres inmortal. Innecesariamente estás tratando de ser feliz en este mundo material” (Bhagavad-gītā 15.7).
Usted ya ha tratado una y otra vez de encontrar la felicidad en la vida sensorial, a través de muchos cuerpos —como gato, como perro, como semidiós, como árbol, como planta, como insecto. Ahora que usted tiene un cuerpo humano, con una inteligencia superior, no se deje cautivar por la vida sensual. Trate de entender a Kŗşņa. Ése es el veredicto de las literaturas védicas. Nayam deho deha-bhajam nŗloke kașţan kāmān arhate viđ-bhujam ye (Srimad-Bhagavatam 5.5.1): Trabajar muy duramente como perros y cerdos para la gratificación de los sentidos no es la aspiración apropiada para la vida humana; la vida humana está destinada para un poco de austeridad. Tapo divyam putrakā yena sattvam śuddhyet: Nosotros tenemos que purificar nuestra existencia; Ésa es la misión de la vida humana. ¿Por qué debemos purificar nuestra existencia? Brahma-saukhyam tv anantam: Porque así obtendremos realización espiritual y placer y felicidad ilimitados e interminables. Eso es verdadero placer, verdadera felicidad.
ramante yogino ’nante
satyānanda-cid-ātmani
iti rāma-padenāsau
param brahmābhidhīyate
“Los místicos obtienen ilimitados placeres trascendentales de la Verdad Absoluta, y por lo tanto la Suprema Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios, también es conocida como Rama” (Padma Puraņa).
Todas las grandes personalidades santas de la India han cultivado muy bien y en forma completa este conocimiento espiritual. Anteriormente, la gente acostumbraba ir a la India para averiguar acerca de la vida espiritual. Inclusive Jesucristo fue allá. Sin embargo, no nos aprovechamos. No es que estas normas y Escrituras están destinadas sólo para los hindúes o para los brāhmaņas. No. Ellas están dirigidas a todos, porque Kŗşņa declara, aham bīja-pradaħ pitā: “Yo soy el padre de todos”. Por lo tanto, Él está muy ansioso de que nos volvamos pacíficos y felices. Así como un padre ordinario quiere ver que su hijo esté bien situado y feliz, del mismo modo Kŗşņa quiere ver a cada uno de nosotros bien situado y feliz. Por lo tanto Él aparece de tanto en tanto. Éste es el propósito de la aparición de Kŗşņa. Muchas gracias.