El rey Mandhata una vez le dijo a Vasistha Muni: “¡Oh, gran sabio!, Sé misericordioso conmigo y háblame acerca de un ayuno sagrado que pueda beneficiarme eternamente.” Vasistha Muni respondió: “¡Oh, rey!, Escucha como Yo describo el mejor de todos los días de ayuno Amalaki Ekadashi. El que observa fielmente este ayuno de Ekadashi obtendrá enormes riquezas, se liberará de las reacciones de sus pecados y obtendrá la liberación. Ayunar en este Ekadashi, es más purificador que dar mil vacas en caridad a un brahmana puro. Así que por favor escucha atentamente como te relato la historia de un cazador que diariamente mataba a inocentes animales para subsistir y que se liberó de toda reacción pecaminosa por observar un ayuno en Amalaki Ekadashi y por seguir las reglas y regulaciones de adoración.” Había una vez un reino llamado Vaidisa donde todos los brahmanas, kshatryas, vaishyas y shudras estaban igualmente capacitados con conocimiento védico, fuerza corporal y fina inteligencia. ¡Oh, gran rey!, Todo el reino estaba lleno de sonidos Védicos y no había ninguna persona que era atea o pecadora. El gobernante de ese reino era Pasaviduka, un miembro de la dinastía de la Luna, Soma. También era conocido como Chitraratha y fue considerado como un religioso y veraz. Se dice que este rey tenía la fuerza de diez mil elefantes y que tenía mucha opulencia y conocía las seis ramas de sabiduría védica perfectamente.(1) Durante el reinado de Maharaja Chitraratha ninguna persona en su reino intentaba la práctica de otros deberes. De ese modo todos estaban perfectamente dedicados a sus propios deberes; es decir, todos los brahmanas, kshatryas, vaishyas y shudras. No se veían demonios, ni pobres por toda la tierra, tampoco hubo sequía, inundaciones. El reino estaba libre de enfermedades y cada uno gozaba de buena salud. Las personas rendían amoroso Servicio Devocional a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Vishnu, tal como lo hacia el rey que también rendía especial Servicio al Señor Shiva. Y es más, dos veces al mes, todo el mundo ayunaba en Ekadashi. De ese modo, Oh el mejor de los reyes, los ciudadanos de Vaidisa vivían un largo tiempo de felicidad y prosperidad, abandonando toda variedad de religión materialista, ya que ellos estaban completamente absortos en el amoroso servicio devocional al Señor Hari. Una vez en el mes de Phalguna, el sagrado ayuno de Amalaki Ekadashi llegó conjuntamente con Dvadashi. El rey Chitraratha sabía que ese particular ayuno otorgaba gran beneficio y por lo tanto él y todos los habitantes de Vaidisa observaron estrictamente este sagrado Ekadashi cuidadosamente siguiendo todas las reglas y regulaciones. Después de bañarse en el río, el rey y sus súbditos fueron al templo del Señor Vishnu, donde un árbol de Amalaki crecía. Primero el rey y sus principales sabios ofrecieron al árbol un pote lleno de agua, así como oro, diamantes, rubíes, perlas, zafiros, e inciensos aromáticos. Luego adoraron al Señor Parasurama con estas oraciones: “¡Oh, Señor Parasuram!, Oh, Hijo de Renuka, Oh, el todo placentero, Oh, liberador de los mundos!, Por favor, ven debajo este árbol sagrado de Amalaki y acepta nuestras humildes reverencias. Luego ellos oraron al árbol de Amalaki: ¡Oh, Amalaki!, ¡Oh, vástago del Señor Brahma!, Tú puedes destruir toda clase de reacciones pecaminosas. Por favor acepta nuestras respetuosas reverencias y estos humildes regalos. ¡Oh, Amalaki!, Tú tienes actualmente la forma de Brahman y tu fuiste una vez adorado por el mismo Señor Ramachandra. Quien quiera que te circunde inmediatamente quedará liberado de todos los pecados. Después de ofrecer estas excelentes oraciones, el rey Chitraratha y sus súbditos permanecieron despiertos toda la noche rezando y adorando de acuerdo a las regulaciones dadas para este sagrado ayuno de Ekadashi. Y fue durante el auspicioso período de ayuno y oración, que se acercó a la asamblea un hombre muy irreligioso, un hombre que para mantener a su familia mataba animales. Cargado de fatiga y pecado, el cazador vio al rey y a sus ciudadanos de Vaidisa observar Amalaki Ekadashi realizando una noche de vigilia, ayuno y adoración al Señor Vishnu en el hermoso bosque que estaba bellamente iluminado por muchas lámparas. El Cazador oculto cerca de allí, se preguntaba asombrado por todo lo que vía delante de él. ¿Qué seguirá pasando ahora?. Lo que él vio en ese encantador bosque debajo del sagrado árbol de Amalaki fue la deidad del Señor Damodara siendo adorada sobre el asana en un pote de agua y lo que él escuchó fue a los devotos cantar himnos sagrados describiendo la trascendental forma y pasatiempos del Señor KRSNA. A pesar de que él era un fornido asesino e impío cazador de inocentes animales y pájaros pasó la noche entera maravillado por todo lo que observaba en esta celebración de Ekadashi y escuchando la glorificación del Señor. Poco después de la salida del Sol el rey y su corte real, incluyendo la corte de sabios y todos los ciudadanos completaron su observancia de Ekadashi y retornaron a la ciudad de Vaidisa. Luego el Cazador retornó a su cabaña y con gran felicidad comió sus alimentos; y a su debido tiempo el cazador murió, pero el mérito que él había obtenido por ayunar en Amalaki Ekadashi y escuchar la glorificación de la Suprema Personalidad de Dios; así como también por haberse esforzado en permanecer despierto toda la noche, hizo posible para que fuera elegido para reencarnar como un gran rey; dotado de mucha opulencia, carrozas, elefantes, caballos y soldados. Su nombre fue Vasuratha, el hijo del rey Viduratha, que gobernó el reino de Jayanti. El rey Vasuratha era fuerte y valiente, tan refulgente como el Sol y hermoso como la Luna, en fortaleza como Vishnu y en benevolencia como la propia tierra. Muy caritativo y siempre veraz, El rey Vasuratha siempre rendía amoroso Servicio Devocional al Señor Supremo Vishnu. Por consiguiente, él llegó a ser un rey muy versado en el conocimiento Védico. Siempre activo en los asuntos de estado, disfrutaba en mantener excelentes relaciones con sus súbditos como si fuesen sus propios hijos; le disgustaba la arrogancia en alguien y haría cualquier cosa para destruirla. Ejecutó muchas clases de sacrificios y siempre procuraba que los más necesitados de su reino recibieran suficiente caridad. Un día mientras cazaba en la jungla, el rey Vasuratha se extravió y perdió su camino. Errando por algún tiempo y eventualmente cansado se detuvo debajo de un árbol y usando sus armas como almohadas se quedó dormido. Mientras dormía unos bárbaros salvajes vinieron hacia él y recordando su larga enemistad hacia el rey empezaron a discutir entre ellos sobre la forma de matarlo. “Debido a que él mató a nuestros padres, madres, cuñados, nietos, sobrinos y tíos, ahora nosotros estamos forzados a errar sin rumbo como lobos” y diciendo esto se prepararon para matar al rey Vasuratha con varias armas, incluyendo lanzas, espadas, flechas y cuerdas místicas. Pero ninguna de estas armas mortales pudieron siquiera tocar al rey dormido y de pronto esos salvajes comedores de (carne de) perros se llenaron de susto haciendo que sus fuerzas se perdieran y poco a poco perdieran cualquier pequeña inteligencia que pudieran haber tenido, llegando a un estado de debilidad, inconciencia y perplejidad. De pronto una hermosa mujer apareció del cuerpo del rey, asustando a los aborígenes. Ella estaba decorada con muchos ornamentos, emitiendo fragancias exquisitas y adornada con una guirnalda alrededor del cuello; los gestos de su rostro expresaban fiereza e ira y de sus ardientes ojos rojos brotaban lágrimas de hielo, con su flamante chakra ella rápidamente mató a todos los cazadores de la tribu quienes habían tratado de matar al rey mientras dormía. Justo después de eso, el rey se despertó y viendo todos los salvajes muertos a su alrededor, él se quedó atónito y se preguntó: “Y a estos mis grandes enemigos. ¿Quién los habrá matado tan violentamente? ¿Quién será mi gran benefactor? En ese momento escuchó una voz del cielo: “Tú pediste a alguien que te ayudara, Bien. ¿Quién es esa persona que solo puede ayudarte en la aflicción? El no es otro que Sri Kesava, La Suprema Personalidad de Dios. El que salva a todos que se refugian y lo adoran a Él sin motivo personal. Después de escuchar estas palabras, el rey Vasuratha se colmó con amor hacia la Personalidad de Dios y regresó a su ciudad capital y gobernó allí como un segundo Indra sin más obstáculos. De esa manera, “Oh Rey Mandhata, el venerable Vasistha Muni concluye: “Cualquiera que observe ayuno en el sagrado día de Amalaki Ekadashi, indudablemente alcanzará la morada Suprema del Señor Vishnu, así de grande es el mérito religioso ganado al observar este sagrado día de ayuno.” Así termina la narración de las glorias de Phalguna-Shukla-Ekadashi o Amalaki Ekadashi del Brahmanda Purana NOTAS Las 6 ramas del Conocimiento Védico son: 1 – El sistema de Jaimini Karma Mimansa. 2 - El Sistema Sankhya del Señor Kapila, el hijo de Devahuti. 3 - La Filosofía de Gautama, Kanade Nyaya. 4 - La Filosofía Astavakra Mayavada. 5 - Los Yoga – Sutras de Patañjali y 6 - La Filosofía Bhagavata de Srila Vyasadeva.
0 Comentarios
SB 5.17.11 tatrāpi bhāratam eva varṣaṁ karma-kṣetram anyāny aṣṭa varṣāṇi svargiṇāṁ puṇya-śeṣopabhoga-sthānāni bhaumāni svarga-padāni vyapadiśanti. Palabra por palabra: tatra api — de todos ellos; bhāratam — conocida como Bhārata-varṣa; eva — ciertamente; varṣam — la región; karma-kṣetram — el campo de actividades; anyāni— las otras; aṣṭa varṣāṇi — ocho regiones; svargiṇām — de las entidades vivientes que se han elevado a los planetas celestiales como resultado de extraordinarias actividades piadosas; puṇya — de los resultados de las actividades piadosas; śeṣa — del resto; upabhoga-sthānāni — los lugares para el disfrute material; bhaumānisvarga-padāni — como los lugares celestiales en a Tierra; vyapadiśanti — designan. Traducción: Entre los nueve varṣas, a la región que recibe el nombre de Bhārata-varṣa se la considera el campo de las actividades fruitivas. Los sabios eruditos y personas santas declaran que los otros ocho varṣas son para personas piadosas muy elevadas, quienes, tras regresar de los planetas celestiales, disfrutan del resto de los resultados de sus actividades piadosas en esos ocho varṣas terrenales. Significado: Los lugares celestiales de disfrute se dividen en tres grupos: los planetas celestiales superiores, los lugares celestiales en la Tierra, y los lugares celestiales bila, situados en las regiones inferiores. De esas tres clases de planetas celestiales (bhauma-svarga-padāni), los planetas celestiales en la Tierra se refiere a los ocho varṣas que no son Bhārata-varṣa. En la Bhagavad-gītā (9.21), Kṛṣṇa dice: kṣīṇe puṇye martya-lokaṁ viśanti: Las personas que viven en los planetas celestiales, cuando agotan los resultados de sus actividades piadosas, regresan a la Tierra. Es decir, se elevan a los planetas celestiales para luego caer de nuevo a los planetas terrenales. Ese proceso recibe el nombre de brahmāṇḍa bhramaṇa, vagar hacia arriba y hacia abajo por los universos. Las personas inteligentes - en otras palabras, las que no han perdido la inteligencia - no se complican en ese proceso de vagar hacia arriba y hacia abajo. Emprenden la senda del servicio devocional del Señor, de modo que, finalmente, pueden atravesar la cubierta del universo y entrar en el reino espiritual. Una vez allí, se sitúan en uno de los planetas Vaikuṇṭhaloka, o, elevándose más aún, en Kṛṣṇaloka (Goloka Vṛndāvana). El devoto nunca cae en la trampa de elevarse a los planetas celestiales para de nuevo descender. Por eso Śrī Caitanya Mahāprabhu dice: ei rūpe brahmāṇḍa bhramite kona bhāgyavān jīva guru-kṛṣṇa-prasāde pāya bhakti-latā-bīja De entre todas las entidades vivientes que vagan por el universo, alguna muy afortunada entra en contacto con un representante de la Suprema Personalidad de Dios, y de ese modo recibe la oportunidad de ocuparse en servicio devocional. Aquellos que son sinceros en buscar el favor de Kṛṣṇa entran en contacto con un guru, un representante genuino de Kṛṣṇa. Los māyāvādīs, que se entregan a la especulación mental, y los karmīs, que desean los resultados de sus acciones, no pueden ser gurus. El guru debe ser un representante directo de Kṛṣṇa que distribuya las instrucciones de Kṛṣṇa sin el menor cambio. Por lo tanto, sólo las personas más afortunadas entran en contacto con el guru. Como se confirma en las Escrituras védicas: tad-vijñānārthaṁ sa gurum evābhigacchet: Debemos buscar un guru para entender todo lo relativo al mundo espiritual. Este punto se confirma también en el Śrīmad-Bhāgavatam: tasmād guruṁ prapadyeta jijñāsuḥ śreya uttamam: La persona verdaderamente interesada en comprender las actividades del mundo espiritual debe buscar un guru, un representante genuino de Kṛṣṇa. Por consiguiente, y desde todos los puntos de vista, la palabra guru se refiere específica y exclusivamente al representante genuino de Kṛṣṇa. El Padma Purāṇa afirma: avaiṣṇavo gurur na syāt: Quien no es vaiṣṇava, quien no es representante de Kṛṣṇa, no puede ser guru. Si no es un representante de Kṛṣṇa, ni siquiera el brāhmaṇa más cualificado puede ser guru. Es deber de los brāhmaṇas el adquirir las seis clases de cualidades auspiciosas: llegar a ser muy sabios y eruditos (paṭhana), y maestros bien cualificados(pāṭhana); ser expertos en adorar al Señor o a los semidioses (yajana), y enseñar a otros cómo llevar a cabo esa adoración (yājana); capacitarse como personas idóneas para recibir caridad de los demás (pratigraha), y distribuir la riqueza en forma de caridad (dāna). Pero ni siquiera un brāhmaṇa con esas cualidades puede ser guru si no es un representante de Kṛṣṇa (gurur na syāt). Vaiṣṇavaḥ śva-paco guruḥ: Sin embargo, el vaiṣṇava, el representante genuino de la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, puede ser guruincluso si es śva-paca, es decir, si pertenece a una familia de comedores de perros. De las tres divisiones de planetas celestiales (svarga-loka), a veces se considera que bhauma-svarga es la región de Cachemira, en Bhārata-varṣa. En esa región hay, sin duda alguna, buenas posibilidades para el disfrute material de los sentidos. Ése no es, sin embargo, el interés del trascendentalista puro. Rūpa Gosvāmī describe la ocupación del trascendentalista puro con las siguientes palabras: anyābhilāṣitā-śūnyaṁ jñāna-karmādy-anāvṛtam ānukulyena kṛṣṇānu- śīlanaṁ bhaktir uttamā «El servicio amoroso trascendental al Supremo Señor Kṛṣṇa debe ofrecerse con actitud favorable y sin deseo de obtener beneficios materiales de las actividades fruitivas y de la especulación filosófica. Eso recibe el nombre de servicio devocional puro». Aquellos que se dedican por completo al servicio devocional a Kṛṣṇa, con la única intención de complacerle a Él, no tienen interés en las tres divisiones de los planetas celestiales, a saber, divya-svarga, bhauma-svarga y bila-svarga. CC Ādi 2.5 yad advaitaṁ brahmopaniṣadi tad apy asya tanu-bhā ya ātmāntar-yāmī puruṣa iti so ’syāṁśa-vibhavaḥ ṣaḍ-aiśvaryaiḥ pūrṇo ya iha bhagavān sa svayam ayaṁ na caitanyāt kṛṣṇāj jagati para-tattvaṁ param iha Palabra por palabra: yat — aquello que; advaitam — sin igual; brahma — el Brahman impersonal; upaniṣadi — en los Upaniṣads; tat — eso; api — ciertamente; asya — Suya; tanu-bhā — la refulgencia de Su cuerpo trascendental; yaḥ — que; ātmā — la Superalma; antaḥ-yāmī — el Señor que reside en el interior; puruṣaḥ — el disfrutador supremo; iti — así pues; saḥ — Él; asya — Suya; aṁśa-vibhavaḥ — expansión de una porción plenaria; ṣaṭ-aiśvaryaiḥ — con las seis opulencias; pūrṇaḥ — completo; yaḥ — quien; iha — aquí; bhagavān — la Suprema Personalidad de Dios; saḥ — Él; svayam— Él mismo; ayam — éste; na — no; caitanyāt — que el Señor Caitanya; kṛṣṇāt — que el Señor Kṛṣṇa; jagati — en el mundo; para — más elevada; tattvam — verdad; param — otra; iha — aquí. Traducción: Lo que describen los Upaniṣads como el Brahman impersonal no es más que la refulgencia de Su cuerpo, y el Señor conocido como la Superalma no es más que Su porción plenaria localizada. El Señor Caitanya es la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, completo en seis opulencias. Él es la Verdad Absoluta, y ninguna otra verdad es mayor ni igual a Él. Significado: SIGNIFICADO: Los recopiladores de los Upaniṣads elogian mucho el Brahman impersonal. Los Upaniṣads, que se consideran la parte más elevada de las Escrituras védicas, están destinados a aquellos que desean verse libres del contacto con la materia y que, por ello, acuden a un maestro espiritual auténtico para que les instruya. El prefijo upa- significa que el conocimiento sobre la Verdad Absoluta se debe recibir de un maestro espiritual. Quien tiene fe en su maestro espiritual recibe realmente la instrucción trascendental, y, a medida que su apego por la vida material se debilita, es capaz de avanzar en el camino espiritual. El conocimiento de la ciencia trascendental de los Upaniṣads puede liberar de los enredos de la existencia en el mundo material, y una vez así obtenida la liberación, es posible elevarse al reino espiritual de la Suprema Personalidad de Dios mediante el avance en la vida espiritual. El comienzo de la iluminación espiritual consiste en comprender el Brahman impersonal. Esta comprensión se va logrando por la negación gradual de la abigarrada variedad material. La comprensión del Brahman impersonal es la experiencia parcial y distante de la Verdad Absoluta, que se obtiene por el método racional. Se compara al hecho de ver una colina desde lejos y creer que se trata de una nube de humo. Una colina no es una nube de humo, pero lo parece desde lejos a causa de nuestra visión imperfecta. En la comprensión imperfecta o nublada de la Verdad Absoluta, la diversidad espiritual brilla por su ausencia. Esta experiencia se llama, por tanto, advaita-vāda, la comprensión de la unidad del Absoluto. La brillante refulgencia impersonal del Brahman consiste en los rayos corporales personales del Dios Supremo, Śrī Kṛṣṇa. Puesto que Śrī Gaurasundara, el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu, es idéntico a Śrī Kṛṣṇa, la refulgencia Brahman consiste en los rayos de Su cuerpo trascendental. Igualmente, la Superalma, que se denomina Paramātmā, es una representación plenaria de Caitanya Mahāprabhu. Antar-yāmī, la Superalma que está en el corazón de todos, es quien controla a todas las entidades vivientes. Así se confirma en la Bhagavad-gītā (15.15), donde el Señor Kṛṣṇa dice: sarvasya cāhaṁ hṛdi sanniviṣṭaḥ,«Yo estoy en el corazón de todos». La Bhagavad-gītā afirma también (5.29): bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ sarvaloka-maheśvaram, señalando que el Señor Supremo, actuando en la forma de Su expansión como Superalma, es el propietario de todo. También afirma la Brahma-saṁhitā (5.35): aṇḍāntara-stha-paramāṇu-cayāntara-stham. El Señor está presente en todas partes, en el corazón de toda entidad viviente, así como dentro de cada átomo. Así pues, en Su aspecto de Superalma, el Señor es omnipresente. Además, el Señor Caitanya también es el amo de toda riqueza, fuerza, fama, belleza, conocimiento y renunciación, porque es el mismo Śrī Kṛṣṇa. De Él se dice que es pūrṇa, completo. En la forma del Señor Caitanya, el Señor es un renunciante ideal, lo mismo que Śrī Rāma fue un rey ideal. El Señor Caitanya entró en la orden de sannyāsa y, con Su propia vida, dio ejemplo de principios extraordinariamente maravillosos. Nadie puede comparársele en la orden de sannyāsa. Aunque en Kali-yuga se prohibe generalmente entrar en la orden de sannyāsa, el Señor Caitanya lo hizo porque Él es completamente renunciado. Los demás no pueden imitarle, sino solamente seguir Sus pasos lo más que puedan. Los mandatos de los śāstras prohiben estrictamente entrar en esa orden de vida a aquellos que son incapaces de seguirla. El Señor Caitanya, sin embargo, es completamente renunciado y posee en plenitud todas las demás opulencias. Él es, por tanto, el principio más elevado de la Verdad Absoluta. Mediante un estudio analítico de la verdad del Señor Caitanya, se verá que no es diferente de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa; nadie es mayor que Él, ni siquiera igual a Él. En la Bhagavad-gītā (7.7), el Señor Kṛṣṇa dice a Arjuna: mattaḥ parataraṁ nānyat kiñcid asti dhanañjaya, «¡Oh, conquistador de riquezas (Arjuna)!, no hay verdad superior a Mí». De esta manera se confirma que no hay verdad superior al Señor Śrī Kṛṣṇa Caitanya. El Brahman impersonal es el objetivo de aquellos que cultivan el estudio de libros de conocimiento trascendental, y la Superalma es el objetivo de aquellos que practican el yoga. El que conoce a la Suprema Personalidad de Dios sobrepasa la comprensión tanto del Brahman como de Paramātmā, porque Bhagavān es el nivel culminante del conocimiento absoluto. La Personalidad de Dios es la forma completa de sac-cid-ānanda (lleno de vida, conocimiento y bienaventuranza). Comprendiendo la parte sat de la Totalidad Completa (existencia sin límites), se comprende el aspecto Brahman impersonal del Señor. Comprendiendo la parte cit de la Totalidad Completa (conocimiento ilimitado), se puede comprender el aspecto localizado del Señor, Paramātmā. Pero ninguna de estas comprensiones parciales de la Totalidad Completa servirán para comprender ānanda, la bienaventuranza plena. Sin comprensión del aspecto ānanda, el conocimiento de la Verdad Absoluta es incompleto. Este verso del Caitanya-caritāmṛta de Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī está confirmado por una declaración semejante que se encuentra en el Tattva-sandarbha, de Śrīla Jīva Gosvāmī. En la Parte Novena de esa obra, se dice que la Verdad Absoluta es a veces abordada como Brahman impersonal, el cual, aunque espiritual, es sólo una representación parcial de la Verdad Absoluta. Nārāyaṇa, la Deidad regente de Vaikuṇṭha, es una expansión de Śrī Kṛṣṇa, pero Śrī Kṛṣṇa es la Verdad Absoluta Suprema, el objeto del amor trascendental de todas las entidades vivientes. Los miserables condicionamientos del mundo material pueden corregirse con una provisión suficiente de leche, yogur, miel, ghī, melaza, cereales, alhajas, camas, asientos, etc. Eso es civilización humana. Mediante empresas agrícolas se pueden producir cereales en gran cantidad, y mediante la protección de la vaca se puede tener leche, yogur y ghī en abundancia. Si se protegen los bosques, habrá mucha miel. Por desgracia, en la civilización actual, los hombres se dedican a matar a las vacas, que son la fuente del yogur, la leche y el ghī, están talando los árboles que nos abastecen de miel, y, en lugar de dedicarse a la agricultura, abren industrias para fabricar vino, automóviles, tuercas y tornillos. ¿Cómo puede ser feliz la gente? Tienen que sufrir toda la miseria del materialismo. Sus cuerpos se arrugan, y se van deteriorando hasta que parecen enanos; una transpiración insana, consecuencia de comer toda clase de porquerías, les da mal olor. Eso no es civilización humana. La gente, si de verdad quiere ser feliz en esta vida y prepararse para lo mejor en la siguiente, debe adoptar la civilización védica. SB.5.16.25 sign |
Categories |